El regreso de Dianne Wilkerson

Quizás la más sorprendente de todas las controversias sobre la apuesta olímpica de Boston es la reaparición pública de Dianne Wilkerson.

Las últimas actividades públicas de la antigua senadora del estado de Mission Hill tuvieron lugar en 2008, cuando su campaña de re-elección se derrumbó con su arresto por el FBI por aceptar sobornos. Desde su salida de la prisión federal en 2013, ha mantenido un perfil bajo. Pero durante las últimas semanas, ha surgido como una erudita en el asunto de la apuesta olímpica, escribiendo sobre ello y recientemente haciendo preguntas desde la audiencia en la reunión pública de Franklin Park sobre el plan.

Wilkerson se sentó con el Gazette el 11 de marzo en JP Licks en Jamaica Plain para hablar sobre su regreso a la vida pública y sobre su interés en la apuesta olímpica.

“El servicio público lo llevo en mi sangre”, dijo.

“Me encanta. Da sentido a mi vida. Pero por ahora no tengo planes de juntarme al lado oscuro”, significando la oficina pública, bromeaba. “No es mi plan para hoy, pero dejo abierta esa puerta intencionalmente”.

Después de su convicción en 2011, el procurador le pidió al juez que prohibiera que Wilkerson se presentara de nuevo a las elecciones, dijo Wilkerson al Gazette. El juez se negó, diciendo al procurador que, “El pueblo decide”, contó Wilkerson.

Hablando sobre la Coalición de Seguridad Pública bipartidista, con su objetivo de reformar el sistema de justicia criminal, encabezada por la Unión Americana de Libertades Civiles (American Civil Liberties Union o ACLU en inglés) y fundada por los hermanos Koch ultraconservadores, Wilkerson dijo que ella tendría mucho que añadir a esa discusión.

“Hay mucho que decir respeto a la idea de tener dentro del cuarto alguien que ha vivido la experiencia” de haber estado procesado por el sistema de justicia y de haber estado encarcelado, dijo. “Estoy comprometida a encontrar una manera de estar a la mesa”.

“Si alguna vez ha habido un momento perfecto en la historia, una perfecta configuración de las estrellas, ahora sería el momento”, dijo.

Dijo que se acuerda de las discusiones sobre la reforma de la asistencia social que la impulsaron a presentarse a las elecciones a principios de los años noventa. Dijo que encontró un empleo de tiempo completo cuatro días después de salir de la prisión, algo que “no ocurre con el 99,99 por ciento” de las personas en esa situación, comentó.

“Me di cuenta de que yo era bendecida. Tenía una red de apoyo enorme. Y estoy muy determinada de brindar esa experiencia a más gente”, dijo.

Sin elaborar, dijo que está trabajando en “algo nuevo y creativo para Boston” que creará la seguridad laboral y apoyará el desarrollo de las poblaciones desatendidas. Insinuó que su proyecto se anunciará en tan solo dos meses, pero dijo que utiliza teorías económicas basadas en los modelos cooperativos europeos.

Mientras tanto, Wilkerson trabaja para obtener su maestría a través de un programa en línea de Colorado Christian University, centrándose en los recursos humanos, la ética, los estudios organizacionales y la sociología humana. Su tesis se trata de las Olimpiadas y los eventos similares.

“Se trata del impacto humano contra el impacto financiero que enfrentan las ciudades anfitrionas de eventos deportivos grandes” como las Olimpiadas, dijo al Gazette. Para las comunidades de bajos ingresos y de color “como Roxbury, Dorchester y Mattapan, las experiencias de las ciudades anfitrionas han sido desastrosas y ocasionalmente fatales”.

“Roxbury, Dorchester y Mattapan han sido omitidos de cada auge grande”, dijo Wilkerson. Alertaba acerca de las consecuencias espantosas del aburguesamiento y dijo que a menos que la Ciudad prevea los problemas potenciales, ocurrirán.

“Que el asunto del aburguesamiento no ocupa un lugar central [de la conversación] me da miedo. Si no trabajamos para evitarlo, va a pasar”, dijo. “Y no creo que estamos abordando el problema”.

Wilkerson también compartía unas opiniones sobre la actual Senadora del Estado Sonia Chang-Díaz, que venció a Wilkerson en las primarias democráticas de 2008 en una plataforma de la ética. Eso ocurrió poco antes de que el arresto de Wilkerson por el FBI matara su campaña escrita desesperada para mantener su cargo.

“Comparar a nosotras dos sería injusto”, dijo Wilkerson. “Creo que las personas tienen estilos de liderazgo diferentes. La cosa que fue tan interesante sobre el segundo distrito de Suffolk es que es el distrito más diverso del estado. El desafío consiste en servir al público de manera que todos se sientan escuchados”.

“Es desafiante”, continuaba. “Ha sido un obstáculo muy grande para la Senadora Chang-Díaz. Pero es posible y se tiene que continuar tratando”.

“Diferentes electores creían que yo les había representado a todos”, dijo Wilkerson. “La gente puede decir que les representaba. Me siento orgullosa de eso. Sé que no es un trabajo fácil, pero Chang-Díaz lo podría hacer mejor”.

Chang-Díaz se negó a comentar sobre las opiniones de Wilkerson.

La vida política de Wilkerson ha sido muy dramática. Nacida en el Profundo Sur, se convirtió en abogada de derechos civiles muy conocida en Boston y la vice-presidente de la oficina local de la NAACP. Era la primera senadora afroamericana en el estado y fue originalmente considerada como una fuerte candidata para alguna oficina más alta, como alcalde o gobernador. Pero sus prospectos fueron limitados por sus constantes problemas legales acerca de sus finanzas personales y de campaña, y su arresto por aceptar sobornos apareció en portadas por todo el país, debido especialmente a una imagen de vigilancia que muestra a Wilkerson escondiendo dinero en efectivo bajo su camisa en la mesa de un restaurante.

Su regreso a través del debate sobre las Olimpiadas es el capítulo más reciente, y el Gazette se preguntaba quién haría el papel de Wilkerson si se filmara una película sobre su vida. Wilkerson ya tenía una respuesta preparada.

“Angela Bassett para mi edad ahora. Kerry Washington para una versión más joven. Y Alfre Woodard para una versión más vieja”, dijo. “He pensado mucho en esto”.

Dianne Wilkerson. (Foto de Gazette de Rebeca Oliveira)

Dianne Wilkerson. (Foto de Gazette de Rebeca Oliveira)

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