Lauren Bennett
Especial a Gazette
La Comisión de Medios y Arbitrios del Ayuntamiento presentó una audiencia el 2 de agosto respecto al programa Pagos en Lugar de los Impuestos (PILOT). Como parte de este programa, ahora en su séptimo año, las instituciones pueden voluntariamente compensar la ciudad a través de pagos en efectivo y programas de beneficio comunitario en lugar de impuestos.
La audiencia se centraba en universidades como Northeastern, una escuela que muchos miembros de la comunidad dicen que no paga su parte justa.
El Presidente de la Comisión es Mark Ciommo, y la audiencia fue presentada por las Consejeras Annissa Essaibi-George y Lydia Edwards. Al comienzo de la audiencia, Essaibi-George dijo que aprecia los servicios que las instituciones como hospitales y universidades traen a la comunidad.
Edwards dijo que la audiencia tenía que ver con una “norma del buen vecino”, y que quiere abrir una discusión sobre cómo la ciudad puede ser “audaz, creativa y asegurar que estas instituciones estén pagando”.
Actualmente, las instituciones tienen que pagar el equivalente del 25 por ciento de sus impuestos inmobiliarios y la mitad de eso se perdona en un beneficio comunitario, que significa que “las instituciones tienen que pagar realmente el 12,5 por ciento del impuesto inmobiliario”, dijo Enid Eckstein del Grupo de Acción de PILOT.
El Grupo de Acción de PILOT ha generado un informe que, según Eckstein, expone las faltas del programa PILOT “en varias áreas”. Dijo que hay una desigualdad de participación institucional: aunque los pagos anuales son más grandes, vienen de cada vez menos instituciones. Dijo que la cantidad de instituciones que participan ha disminuido cada año. En el año fiscal 2018, sólo el 26 por ciento de las instituciones cumplió con su pago sugerido, y todavía hay $77 millones no pagados.
“El sector de salud se aproxima a sus obligaciones, mientras las universidades y las instituciones culturales se quedan atrás”, dijo.
Dijo que quiere dejar “muy en claro” que varias instituciones tienen dotaciones de billones de dólares, excedentes de ingresos de millones de dólares, y que pagaron más dinero por la administración de fondos de inversión libre que pagaron al programa PILOT.
“Por eso tenemos una desalineación de nuestro sistema”, dijo Eckstein.
Mientras tanto, la directora financiera de Boston, Emme Handy, elogió el programa, diciendo que es “un programa voluntario muy exitoso”, y que otras ciudades lo usan como ejemplo. Dijo que el programa ganaba $33,6 millones en 2018 de instituciones, y cumplió con el 74 por ciento de lo pedido.
“La salud fiscal de nuestra ciudad es una de nuestras prioridades más importantes”, dijo Sam Tyler de la Agencia de Investigación Municipal de la Ciudad. Dijo que, respecto a la generación de ingresos, el programa ha tenido mucho éxito.
Tyler dijo que los pagos PILOT han sido insuficientes porque la petición de la Ciudad fue agresivamente alta en los primeros cinco años.
Sin embargo, dijo que los pagos de instituciones educativas se han incrementado en $5 millones en siete años.
Handy dijo que está de acuerdo que hay que avanzar más, pero “la naturaleza de un programa voluntario es que no podemos exigir que una institución nos de algo”.
El Consejero Municipal Ed Flynn preguntó qué se puede hacer para impulsar a las instituciones que contribuyan de manera justa. Handy dijo que hay que crear conexiones comunitarias con instituciones, y Tyler estaba de acuerdo.
Varios miembros de la comunidad hablaron, muchos conectados de alguna manera a Northeastern. Un estudiante dijo que la institución pagó sólo $5,5 millones de los $18,7 millones pedidos por la Ciudad desde 2012.
Caitlin Gaffney, una maestra en la escuela Tobin y Northeastern University, comentó sobre la expansión de Northeastern en comparación con la pérdida de recursos en Tobin.
“La pisada de Northeastern en Roxbury ha crecido mientras la escuela Tobin perdió su biblioteca y su bibliotecario. Northeastern expandió su alcance global y la escuela Tobin perdió su oficial de policía”, comentó.
Otro asunto que emergió fue la crisis de vivienda asequible, una crisis creado en parte por la falta de vivienda universitaria, según varios estudiantes de posgrado.
Richard Giordano de la Corporación de Desarrollo de la Comundiad de Fenway (CDC) dijo que “las universidades han hecho cosas tremendas para la ciudad, pero también han creado tremendos problemas”.
Sugirió que, si las universidades no van a construir los dormitorios estudiantiles necesarios, deben donar su tierra no ocupada a las organizaciones sin fines de lucro o a las corporaciones de desarrollo comunitario que pueden construir la vivienda asequible.
Dijo que, de esta manera, los edificios pueden generar impuestos.
Los Consejeros Essaibi-George y Edwards cerró la audiencia diciendo que la audiencia fue sólo el principio de la discusión del asunto.