Cuando Claudine Francois, Luisa Harris, Perlina Mills, Debra McLellan, Phyllis Petruzzelli, Nancy Routh y Gina Blanca vienen al Centro Comunitario Hennigan para su clase de natación, se inspeccionan los vestuarios y pasillos. El ritual sería divertido si no fuera tan frustrante.
Luego se ponen trajes de buceo y zapatillas de tenis para protegerse del agua sucia y las superficies rugosas de la piscina. Las mujeres se han quejado durante años sobre las condiciones de la piscina en Centro, manejado por BCYF y BPS, pero sólo comenzaron a ver resultados después de que Gazette inició una investigación.
Las mujeres hablan de la falta de papel higiénico, manchas marrones en los armarios y masas de cabello en las duchas, cuatro de las cuales no funcionan. Hay basura y juguetes de piscina por todos lados. La terraza de la piscina está sucia y la piscina también. La silla de salvavidas está rota. Falta la iluminación. La seguridad es laxa.
“Este es un buen momento para invertir en este lugar”, dijo Mills. “No queremos todo, sólo un poco de limpieza básica”.
Las nadadoras también practican en Mason Pool y Curtis Hall dicen que estas instalaciones son mejores que las de Hennigan.
“No puedo entender por qué todo es laxo aquí, pero no en Curtis Hall o Mason Pool”, dijo Petruzzelli.
Las mujeres creen que el Centro podría ser un gran recurso si se mantuviera adecuadamente.
BPS dijo que trabaja con BCYF para ofrecer una gran experiencia en Hennigan y que ha habido inversión en los últimos años.
“BPS trabaja en colaboración con BCYF para abordar los problemas dentro de nuestros centros comunitarios”, dice un comunicado de prensa. “BPS reemplazó los sistemas de calefacción, ventilación y deshumidificación y mejoró los vestuarios. Continuaremos trabajando para asegurar de que nuestras instalaciones estén limpias, almacenadas, mantenidas y seguras”.